WASHINGTON (AP) — Un juez federal dijo el miércoles que encontró causa probable para declarar al gobierno de Trump en desacato criminal por violar sus órdenes del mes pasado de regresar aviones que transportaban deportados a una prisión de El Salvador.
El fallo del juez de distrito estadounidense James E. Boasberg, sobre quien el presidente Donald Trump ha dicho que debería ser sometido a juicio político, marca una dramática batalla entre los poderes judicial y ejecutivo del gobierno sobre los poderes del presidente para llevar a cabo prioridades clave de la Casa Blanca.
Boasberg acusó a los funcionarios de la administración de apresurarse a sacar a los deportados del país bajo la Ley de Enemigos Extranjeros el mes pasado antes de que pudieran impugnar su expulsión en los tribunales, y luego ignorar deliberadamente su orden de que los aviones que ya estaban en el aire debían regresar a Estados Unidos.
El juez advirtió que podría celebrar audiencias y posiblemente remitir el asunto a la justicia si la administración no actúa para remediar la infracción. Si el Departamento de Justicia se niega a procesar el caso, Boasberg afirmó que designará a otro abogado para que lo haga.
“La Constitución no tolera la desobediencia deliberada de las órdenes judiciales, especialmente por parte de funcionarios de un poder coordinado que han jurado cumplirla”, escribió Boasberg, el juez principal del tribunal federal de Washington.
La administración dijo que apelaría.
“El Presidente está 100% comprometido a garantizar que los terroristas y los inmigrantes ilegales criminales ya no sean una amenaza para los estadounidenses y sus comunidades en todo el país”, escribió el director de comunicaciones de la Casa Blanca, Steven Cheung, en una publicación en X.
El caso se ha convertido en uno de los más polémicos en medio de una serie de batallas legales que se libran contra la administración republicana y que han puesto a la Casa Blanca en una situación de colisión con los tribunales federales.
Funcionarios de la administración han criticado repetidamente a los jueces por controlar las acciones del presidente, acusando a los tribunales de vulnerar indebidamente sus poderes ejecutivos. Trump y sus aliados han pedido el impeachment de Boasberg, lo que ha provocado una inusual declaración del presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, quien afirmó que «el impeachment no es una respuesta adecuada al desacuerdo sobre una decisión judicial».
