Las reservas de agua de la Tierra en el suelo, lagos y ríos están disminuyendo. Y esto es especialmente perjudicial para la agricultura

El profesor de hidrología de la Universidad de Melbourne, Dongryeol Ryu, y su colaborador, Ki-Weon Seo, viajaban en tren para visitar a la familia de Ryu cuando encontraron algo sorprendente. Al detenerse en una estación por problemas técnicos, Seo había sacado su computadora para entretenerse con un poco de trabajo cuando apareció un resultado en sus datos que a Ryu le costaba creer: sugería que una cantidad “extraordinaria” del agua almacenada en la Tierra se había agotado.
“Al principio pensamos: ‘Eso es un error en el modelo’”, dijo Ryu.
Después de un año de comprobaciones, determinaron que no lo era.
Su artículo, publicado el jueves en la revista Science, concluye que el calentamiento global ha reducido notablemente la cantidad de agua almacenada en el suelo, lagos, ríos, nieve y otros lugares del mundo, con impactos potencialmente irreversibles en la agricultura y el aumento del nivel del mar. Los investigadores afirman que el importante desplazamiento del agua de la tierra al océano es particularmente preocupante para la agricultura y esperan que su trabajo fortalezca los esfuerzos para reducir el uso excesivo de agua.
La humedad del suelo terrestre se redujo en más de 2000 gigatoneladas en aproximadamente los últimos 20 años, según el estudio. Para contextualizar, esto representa más del doble de la pérdida de hielo de Groenlandia entre 2002 y 2006, señalaron los investigadores. Mientras tanto, la frecuencia de las sequías agrícolas y ecológicas que ocurren una vez por década ha aumentado, el nivel global del mar ha subido y el polo terrestre se ha desplazado.
Ryu y sus colegas utilizaron tres fuentes de datos diferentes para verificar que la Tierra almacena menos agua que antes. También afirmó que sus resultados revelan una verdad más profunda sobre la tierra, una con la que los agricultores tienen que lidiar frecuentemente: cuando una lluvia intensa y drástica llega después de una sequía, que a veces provoca grandes inundaciones, eso no significa que el agua almacenada bajo tierra se haya recuperado.
“Parece que los terrenos perdieron su elasticidad para recuperar el nivel anterior”, dijo.